lunes, 28 de febrero de 2011

Olegario Victor Andrade


El gran poeta, hoy casi olvidado, escribió una vez
                             PALABRAS DE MI MADRE

      Ven para acá, me dijo dulcemente
    mi madre cierto día.
   (Aún parece que escucho en el ambiente
   de su voz la dulce melodía
   Ven y dime qué causas tan extrañas
   te arrancan esa lágrima, hijo mío,
  que cuelga de tus trémulas pestañas
  como gota cuajada de rocío.
  Tú tienes una pena y me la ocultas
 ¿no sabes que la madre más sencilla
 sabe leer en el alma de sus hijos
como tú en la cartilla?
¿Quieres que te adivine lo que sientes?
ven acá pilluelo,
que con un par de besos en la frente
disiparé las nubes de tu cielo.
Yo prorrumpí a llorar. Nada le dije.
- La causa de mis lagrimas ignoro,
¡ pero de vez en cuando se me oprime
el corazón y lloro !...
Ella inclinó la frente pensativa,
se turbó su pupila,
y enjugando sus ojos y los míos,
me dijo más tranquila:
- Llama siempre a tu madre cuando sufras,
que vendrá muerta o viva;
si está en el mundo, a compartir tus penas;
y si no, a consolarte desde arriba.
Y lo hago así cuando la suerte ruda,
como hoy, perturba de mi hogar la calma,
invoco el nombre de mi madre amada,
¡ y entonces siento que se me ensancha el alma !


1 comentario:

Alicia dijo...

me lo recitaba mi mamá que lo habia aprendido en la primaria de los años 30.
Gracias